Las normas globales de Auditoría Interna fueron revisadas en enero de 2024 y serán aplicables a partir del período 2025. Si bien es un marco que puede ser acogido bajo un enfoque mandatorio por los distintos estados nacionales, es una decisión interna de las empresas acogerse a las buenas prácticas internacionales, como garantía de aseguramiento a los desafíos de sostenibilidad institucional.
Lo que resulta verdaderamente interesante, y a la vez relevante, de este nuevo marco conformado por cinco dominios y 15 principios es que los subordina a un propósito específico de generación de valor – el cual es el primer dominio-, que precisa claramente la necesidad de contar con una Auditoría “con propósito” y es asegurar y/o asesorar, bajo un enfoque basado en riesgos, aspectos claves de la organización que se refieren a (1):
- El logro satisfactorio de los objetivos de la organización.
- El desempeño de los procesos de gobierno, gestión de riesgos y control.
- La toma de decisiones y la supervisión institucional
- La reputación y credibilidad con sus partes interesadas, y
- Su capacidad para servir al interés público.
Conocidas muchas de las experiencias y casos relacionados con la función de auditoría interna en empresas de la región, de distintos sectores e industrias, y de un tamaño y operación importante, no deja de preocupar esta declaración porque, si este es el derrotero principal, la pérdida de orientación de muchos de los trabajos de la auditoría interna puede ser significativa. Es decir, cuando se advierte que es más importante el impacto que el método, y el resultado que el esfuerzo, es muy probable que, en muchos casos, se tenga que replantear el ejercicio de esta función.
Se requieren capacidades y esto hace necesarios recursos, por supuesto, de conocimiento, financieros, tecnológicos y de personal. Sin embargo, se puede volver un círculo vicioso si la Dirección de la Auditoría no demuestra efectividad en el aporte de valor para la organización, tomando como referencia los aspectos expuestos. En otras palabras, hay una relación directamente proporcional entre disponibilidad de recursos de la auditoría interna y las capacidades de generación de valor.
De esta suerte, el enfoque de la Dirección de Auditoría Interna no puede ser eminentemente operacional y estrictamente basado en la microgestión de papeles de trabajo, evidencias, cronogramas, acciones y protocolos, como se estila en los esquemas y mecanismos tradicionales. Debe incorporar la macrogestión, que llamo la gobernanza de la Auditoría, para apoyar el gobierno, la administración y la supervisión de la organización en materia del logro de los objetivos institucionales, la exposición a la incertidumbre y la conformidad de su cumplimiento normativo, desde una perspectiva global, soportado en el engranaje operativo (2).
Es por esta última necesidad, que las Normas Globales de Auditoría consideran fundamental que, previo a la gestión y evaluación del desempeño de los servicios de la función, se planifique estratégicamente el desarrollo de la actividad mediante la comprensión de los procesos de gobierno, gestión de riesgos y control de la Institución.
Para contribuir con este desafío, en Baker Tilly hemos desarrollado una completa solución integrada basada en prácticas de Gobierno, Riesgo y Cumplimiento denominada GRCMAX® – www.grcmax.com– que, soportada en un enfoque sistémico, habilita a la Auditoría Interna la capacidad de:
- Diseñar y formular el modelo de capacidades requeridas con base en las normas, marcos y buenas prácticas.
- Integrar, en un solo lugar, todos los requisitos y prácticas que afectan su labor, considerando las normas globales, estándares locales, requerimientos internos y demás instructivos.
- Desarrollar los diagnósticos de madurez de los dominios, los principios, las prácticas y requisitos.
- Establecer las brechas, iniciativas y planes de mejora
- Articular los requerimientos, desviaciones y riesgos para la definición de las estrategias y los planes de acción.
- Desarrollar las estrategias, los planes de trabajo y hacer el seguimiento de los planes de acción y recomendaciones generadas.
El enfoque de la solución está pensado, por supuesto, en la idea de apoyar las capacidades de los auditores internos con modelos, metodologías y técnicas que amparan, desde la tecnología, las necesidades contemporáneas de la función de Auditoría Interna.
(1) Tomado del Dominio 1 de las Normas Globales de Auditoría Interna.
(2) Definición de GRC como una capacidad del Desempeño basado en principios – Principled Perfomarnce. OCEG. 2023.
